Posteado por: Andrés | septiembre 16, 2008

La línea oblicua

Hola muchachos. Antes que nada, aviso que este post es muy freak. Es más, si no os gusta algo la táctica militar, la Historia Antigua y los juegos de simulación de estrategia, pasad de esta mierda, pero ya. Os introduzco en la cuestión. Hace unos días, tomando unas cervezas con unos amigos y en plan de coña, salió a relucir que uno de ellos desconocía lo que era la estrategia de la línea oblicua. Hoy, voy a intentar iluminar a esta pobre mente. A partir de aquí, leed bajo vuestra responsabilidad…

La gestación de esta táctica de combate antiguo comienza con la formación de combate típica de las poleis griegas, la falange de ciudadanos armados de lanzas y protegidos por grandes escudos. La formación típica de estos hombres consistía en hombres alineados en una profundidad de filas variable entre 8 y 12. En este sentido, la supremacía militar correspondía a ciudades que incidían mucho en el entrenamiento de sus élites, como los spartiatas (Esparta) o la Hueste Sagrada (Tebas).

Durante las operaciones llevadas a cabo por Demóstenes y Hipócrates durante las Guerras del Peloponeso (431–404 A. de C.) contra la región de Beocia, el general tebano Pagondas comenzó la revolución de la formación falangita, aumentando la profundidad de su formación hasta 25 líneas de hombres y desplegando a sus hombres de este modo en la batalla de Delium que, aunque no fue determinante para la victoria tebana (lo fue la acción de caballería, de lo que hablaré más adelante) permitió que esta táctica fuese empleada más adelante, cuando Epaminondas y Pelópidas desplegaron a parte de sus hombres en una profundidad de filas de 50 durante la batalla de Leuctra. Este despliegue se debió a que los espartanos sobrepasaban en número a los tebanos, de manera que estos no podían arriesgarse a equiparar su frente de combate al de sus enemigos porque su profundidad de líneas sería inaceptablemente «fino». Además, Epaminondas añadió una variación táctica para el desarrollo del combate. La falange de 50 filas debía avanzar hacia el enemigo a una velocidad doble que la de sus falanges vecinas y éstas deberían retroceder antes de avanzar hacia el combate.

En la parte de arriba, despliegue y táctica de combate habitual antes de Leuctra. Abajo, despliegue de la falange tebana (escudos rojos), avanzando en el caso de la falange «profunda» y retrocediendo en lo que se conoce como renuncia del flanco.

Las consecuencias prácticas de esta táctica fueron desastrosas para las fuerzas espartanas en Leuctra, como podeis leer en el artículo de la Wikipedia. Las ventajas de la formación profunda de hombres radica en que la falange puede lanzar un ataque contundente contra la línea enemiga, rompiendo su orden si tienen cierta suerte o manteniendo ésta bajo una presión continuada, destruyéndola y flanqueándola por el flanco, apoyándose en las acciones del resto del ejército.

La estrategia tebana fue aprendida y mejorada por un joven rehén de origen macedonio, que luego se convertiría en Filipo II, rey de dicho país. En general, la falange de 50 filas de profundidad fue dotada de un completo juego de oficiales para dotarla de flexibilidad de maniobra en cualquier situación y su armamento fue mejorado, cambiando la típica lanza de hoplita por la sarissa macedónica, un artefacto bélico de entre 4 y 7 metros de largo que le permitía a la falange combatir con las cinco primeras líneas de hombres. Y además, Filipo II añadió la coordinación de las distintas armas de su ejército para aumentar la efectividad de la falange en combate. De este modo, la acción de la infantería se veía complementada con las maniobras de la caballería, que primero derrotaban a la caballería enemiga y luego flanqueaban y derrotaban a la infantería trabada en combate con la línea macedónica, como hemos visto que ocurría con la táctica de la línea oblicua y la renuncia de flanco. Alejandro Magno utilizó este formidable ejército para subyugar Grecia y conquistar el Imperio Persa, con fantásticos resultados en las batallas de Chaeronea, el Gránico, Issos, etc.

Para terminar, os pongo unas imagenes sacadas de la Wikipedia de diversos despliegues de combate macedonios. Disfrutad del resto del día, compañeros.

Despliegue típico del ejército macedonio

Ejemplo típico de línea oblicua, donde podeis observar el hueco que se crea en la línea enemiga a causa de la segunda parte de la táctica, la renuncia de flanco y cómo la caballería de Alejandro aprovecha dicha circunstancia.

Despliegue y movimientos iniciales en la batalla de Gaugamela. Véase cómo el grueso del ejército macedonio se desplaza hacia el flanco derecho del ejército persa…

… arrastrando tras de sí a la mayor parte de la caballería enemiga, creando un hueco a través del cual Alejandro puede lanzar un ataque decisivo sobre el centro persa, desbaratando el orden de su línea y haciendo huir a Darío, lo cual facilita la derrota decisiva del ejército aqueménida y salva el ala izquierda macedonia de ser destruído.


Respuestas

  1. Claro, lo que se dice claro, no me ha quedado.

    Saludos.

  2. Vale, creo que lo he captado más o menos… no estoy muy segura de haber captado a los caballos. Pero como lo único que sabía hasta ahora de técnicas militares era la retirada de los romanos de Petibonum, al menos está claro que algo he aprendido.

  3. Llevo una semana fatal ¿Te importa que me mejore antes de digerirlo?

  4. Bueno, vale, veo que os ha sentado pesada la comida, pero ya lo advertí al comienzo 🙂 Prometo hacer una entrada más ligerita la próxima vez.

  5. Bueno Benton, como te prometi ayer aqui me tienes, recibiendo tu clase magistral sobre la «linea oblicua», no se me olvidara tranquilo.

    Un saludo, Raul.


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