Salmón con vinagreta de perejil

Hola amigos. Hoy vamos a cocinar porque nos sentimos toreros y porque hace mucho que no nos poníamos a ello. Además, me apetece dedicarle este post a C.Murnau, que lo necesita. Antes de continuar, este plato no es apto para tí si eres un vampiro o si aborreces de alguna manera el ajo, bien siendo alérgico, bien teniendo novia. Con esta consideración previa, vamos a ver qué necesitamos (para dos personas de buen comer):

• Una cola de salmón atlántico (Salmo salar) limpia, abierta a la mitad y sin espina.
• Tres cucharadas soperas de aceite oliva.
• Dos dientes de ajo medianos.
• Dos ramas de perejil hermosas.

La elaboración no podría ser más sencilla. Calentamos una plancha, sobre la que vertemos una de las cucharadas de aceite y colocaremos el pescado partido en dos raciones. Sazonaremos y lo dejaremos hacer a fuego lento hasta que veamos que está hecho por el centro de la pieza.

Mientras esto ocurre, pelamos los ajos y los picamos finito, los colocamos en un mortero y procedemos de la misma manera con el perejil. Con la mano del mortero obtenemos una masa homogénea de ajo-perejil, a la que iremos añadiendo poco a poco el resto del aceite y una pizca de sal.

Cuando las dos partes de nuestro plato estén finalizadas, separamos las raciones y adornamos con este remedo de vinagreta que nos hemos improvisado, por la parte sin piel del animal, quedando un conjunto muy apetecible que, sintiéndolo mucho, no puedo mostraros. Os lo tendreis que imaginar y que aproveche.